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Un piloto ruso que disparó un misil contra un avión de reconocimiento británico sobre el mar Negro el 29 de septiembre de 2022 lo hizo no por un fallo técnico, como se dijo en ese momento, sino porque pensó erróneamente que tenía permiso para hacerlo, informa este jueves la BBC.
La cadena pública británica, que cita a fuentes de defensa occidentales, afirma que las comunicaciones rusas interceptadas por el avión RC-135 Rivet Joint de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) reflejan una versión diferente de la oficial, que fue compartida entonces por el ministerio de Defensa de Londres.
El avión de la RAF, con una tripulación de unas 30 personas, realizaba una misión de vigilancia sobre el mar Negro en el espacio aéreo internacional cuando se encontró con dos aviones de combate rusos SU-27.
Las comunicaciones interceptadas muestran que uno de los pilotos de esas naves pensó que se le había dado permiso para disparar al avión británico, al recibir una orden poco precisa del comando terrestre, que dijo: «Tienes el objetivo».
Este militar disparó dos misiles, que no alcanzaron al aparato de la RAF, dice la BBC.
Sin embargo, el segundo piloto ruso no disparó, cuestionó y maldijo a su colega por hacerlo, al considerar que se había equivocado.
Cuando trascendió el suceso, el entonces ministro de Defensa británico, Ben Wallace, dijo en una declaración parlamentaria el 20 de octubre que había sido «potencialmente peligroso», pero a continuación aceptó la explicación de Rusia.
«No consideramos que este incidente constituya una escalada deliberada por parte de los rusos y nuestro análisis coincide en que se debió a un fallo técnico», afirmó.
En respuesta a estas nuevas revelaciones, un portavoz de Defensa ha dicho a la BBC que su intención «siempre ha sido proteger la seguridad de nuestras operaciones, evitar una escalada innecesaria y mantener informados al público y a la comunidad internacional».